Vigencia del shibumi en el manga actual

Hasta el momento hemos señalado tres elementos fundamentales de la estética nipona, a saber, sabi, wabi yshibumi, los cuales se han mantenido prácticamente a lo largo de toda su historia. Esto en teoría, pues estudiosos del arte nipón pueden establecer una permanencia del sentido de interioridad en su historia, pero el panorama se complica en los últimos años: la influencia del comic norteamericano en el período de post guerra ha provocado una mezcla de dos maneras diferentes de representación en el manga. Estas dos perspectivas de representación, curiosamente, no se han unificado en un estilo único, sino que se mantienen diferenciadas en cada manga. La superioridad de alguna dependerá exclusivamente del artista. Estas dos maneras de plantear las representaciones en el manga son: la deformidad emotiva y la forma realista.

Conviene definir a qué me refiero con forma realista y deforma emotiva. Por forma realista me refiero a la traducción o la imitación más semejante de las formas sensibles de los modelos. Este sentido de representación es propio de la visión occidental, a saber, la perspectiva y las proporciones heredaras de la tradición. En este aspecto se excluye cualquier manifestación de sentimientos que pudiese expulsar la forma representada. Con esto no quiero decir que este tipo de representaciones no pudiese despertar un sentimiento en nosotros, sólo que el objeto de por sí no es alterado en su forma y estructura para presentar una emoción. Por ejemplo, la representación de espacios arquitectónicos, donde se pone de manifiesto la influencia occidental, es decir, la perspectiva lineal.

Ahora bien, respecto a la definición de deformidad emotiva, primero explicaré el primer término. Por deformidad entiendo un desligamiento relativo a las proporciones y estructuras occidentales para los cuerpos, a saber, cánones de proporción y perspectiva lineal. Es una alteración de la manera habitual de representarnos los objetos que observamos, y en ello, hay una novedad y particularidad: la infinita permutación de las formas en sus innumerables alteraciones de proporciones, que en ello hay siempre una creación eterna. Por ejemplo, los ojos de los personajes femeninos, diseñados de tamaños y formas muy variadas; casi ninguno de ellos responde a una proporción asignada por la tradición, sin mencionar que constantemente se están creando nuevas de representarlos. La deformidad, a la cual me estoy refiriendo, tiene una finalidad por la que existe: la emotividad. La finalidad de la deformación de los cuerpos que se representan en los mangas está dada por una función emotiva, en vistas a la representación de ánimos a través del cuerpo. Una forma sólo será alterada en la medida que tenga que expresar un sentimiento o un estado de ánimo, así, entre más evidencie un objeto -desde una figura humana hasta objetos inertes- sus sentimientos, más deforme será su cuerpo en comparación a las proporciones tradicionales.

La forma realista se observa en el manga casi siempre como un complemento de la deformación emotiva. La primera la vamos a encontrar en el espacio que envuelven a los personajes: en la arquitectura, en la naturaleza, en los objetos con los cuales se ven enfrentados los personajes y sobre los cuales su persona no inyecta parte de su ser sensible y emotivo. Una forma realista en extremo, representada en el manga será una representación barroca, desbordada en detalles y en donde la deformidad emotiva se reducirá a su mínima expresión. En la deformidad emotiva es donde se guarece el shibumi. En ella es donde se encuentra el espíritu que ha heredado de sus antecesores y concentra el corazón del arte japonés. En la deformidad el shibui desmantela cualquier tipo de adorno y exceso de las figuras; las hace simples, frágiles y cercanas. El shibumi pone en el manga lo simple, y estilizado: su sello de reconocimiento será la emotividad que expulse desde su propia estructura la figura. La deformidad emotiva en exceso provocará un desmoronamiento de la figura, se simplifica a los trazos más elementales, sin embargo, en la misma medida se acerca más a la estética japonesa y a sus antecesores históricos. Entre más se muestre el shibui, más cercana es la relación con el arte japonés.

Por lo tanto, el lazo que establece la unión entre el arte japonés y el manga es doble: una relación histórica y una relación estética. En ambas la influencia occidental ha ido contaminando la herencia tradicional nipona, sin embargo, estéticamente los principios del arte de Japón aún se encuentran, en cierta medida, en el manga. Hoy este arte se encuentra en una tensión entre sus raíces milenarias y lo occidental, donde la última palabra la tiene el artista: continúa usando el shibumi como el pilar de sus representaciones o utiliza la perspectiva artística del comic estadounidense. Los resultados de seguro no se harán esperar: será una obra de belleza simple, económica de recursos y emotiva o, resultará una obra recargada de detalles y ostentosa en diseños.